Compramos una casa para convertirla en nuestro hogar, esa casa con la que siempre habíamos soñado compartir con nuestra pareja, el gran amor de nuestra vida. Y, unos años después, la casa se llena de alegría con los niños correteando de aquí para allá. Luego, con el paso de los años y, de forma inexorable, esos pequeños se convierten en adultos. E, igual que nosotros, desean formar su propia familia, crear un hogar y comenzar una nueva vida. Y, sin apenas darnos cuenta, llegan los nietos y vuelven a llenar nuestra casa de risas y alegría. Pero, ya no somos los de antes, nuestras fuerzas flaquean y, por muy bien de salud que estemos, los años no perdonan.
Nos hemos convertido en abuelos, adorables, pero, abuelos. Con los achaques propios de la edad y con alguna que otra dificultad para movernos. Sobre todo, a la hora de subir y bajar escaleras. Cuando somos jóvenes y compramos una casa, no solemos vernos como unos simpáticos ancianos con dificultades para movernos, pero es la realidad. Los años pasan y con ellos, nuestro cuerpo marcha a duras penas.
El hecho de no poder valernos por nosotros mismos, más aun, si somos personas activas, puede resultar muy estresante y desde el punto de vista emocional, es duro de llevar. No nos gusta la idea de depender de los demás para movernos por casa. El simple hecho de tener que hacer uso de las escaleras para subir al dormitorio, o los escalones que conducen al aseo… se nos hace un mundo, algo así, como escalar el Everest. Y, no va con nuestro carácter depender de hijos, ni de nietos, ni de nadie. Entonces ¿qué podemos hacer para movernos sin ningún problema por todas y cada una de las estancias de la casa? Muy fácil, instalando un salvaescaleras. Es una solución práctica y económica. Una solución viable para aquellos que no se resisten a dejarse llevar por los años, anclados en un sofá, esperando los brazos de nuestros hijos y nietos que, con toda dulzura y cuidado, nos lleven a la salita de baño o al dormitorio de la planta de arriba.
Una silla salvaescaleras nos salva de sentirnos inútiles. Podemos volver a movernos libremente por toda la casa. Y, eso, sencillamente eso, es lo que queremos.
Las sillas salvaescaleras se adaptan a todo tipo de escalones. Son cómodas, seguras y más económicas de lo que podríamos pensar. Solo es cuestión de contactar con las empresas proveedoras y pedir precios.
Un profesional del sector de sistemas de elevación, visitará nuestra casa y nos asesorará sobre la silla salvaescaleras más adecuada a nuestras necesidades personales, tipo de escalera, número de escalones, peso a soportar, distribución de las plantas etc.
Con un presupuesto detallado de las sillas salvaescaleras precios de diferentes proveedores, tomaremos una decisión. Probablemente, nos guiaremos por aquella que nos ofrezca una mejor relación calidad precio.
Lógicamente, como ya hemos mencionado, los precios de los salvaescaleras van en función de las características y necesidades de cada vivienda y cada cliente en particular.