Emprender es un camino difícil y lleno de dificultades, pero es el más rentable a largo plazo y te permitirá lograr tu libertad financiera. Si ya has invertido en un negocio, debes estar esperando con ansias echar mano a los beneficios obtenidos, pero usar ese dinero al inicio del recorrido sería un pecado mortal. Repartir los dividendos tendría efectos perjudiciales sobre tu negocio, ya que este se estancaría.
Los primeros meses de cada año tienes que revisar el balance del período anterior y presupuestar un nuevo proyecto anual. Apenas los resultados de tus cuentas empiecen a ser positivos, deber reinvertir los beneficios, ya que es la única forma de que tu empresa sea estable y crezca.
Es fundamental para la planificación decidir de dónde surgirá el dinero para costear las operaciones necesarias para seguir adelante. Existen dos posibilidades: la reinversión o el endeudamiento. Puedes invertir tus propios beneficios o recurrir a préstamos personales con aval para conseguir liquidez. Si eliges la reinversión, tienes que ser consciente que no podrás gozar de los frutos de tu inversión primaria. En cambio, si optas por el apalancamiento financiero, debes tener en cuenta que deberás pagar intereses.
¿Cuándo debes optar por la reinversión de utilidades?
Hay tres casos puntuales en los cuales debes reinvertir porque no tienes alternativa: cuando por distintas circunstancias no eres sujeto de crédito, cuando teniendo acceso al sistema crediticio no obtienes el monto pretendido en el sistema bancario y cuando el costo del crédito es elevado debido a las altas tasas de interés. Sin embargo, la reinversión es siempre una herramienta que debes implementar, aunque no estés comprendido en estos casos.
¿Cuándo debes recurrir al endeudamiento?
Tomar deuda no es un acto negativo siempre que se use para invertir en algo productivo y que previamente se haya utilizado un simulador de préstamos para calcular el costo de ese endeudamiento. Es buen momento para recurrir a esta opción cuando las tasas de interés son muy bajas por alguna medida política que fomente la expansión de las organizaciones con ánimo de lucro. Además, es la única posibilidad que tienes cuando no logras el consenso de los socios para reinvertir las gananciasobtenidas en un determinado lapso de tiempo.
¿Cuál es la mejor opción?
Si bien hay partidarios de una y otra forma de financiamiento, lo importante es que continúes invirtiendo en tu negocio durante toda la vida del mismo, indistintamente del origen de los fondos. Esto hará que tu empresa siga generando beneficios y creciendo en el mercado. No debes ser maniqueo. Lo mejor es combinar ambas formas y aplicar una u otra en el momento indicado.