Aprender como balancear nuestros horarios laborales junto a nuestros horarios de descanso se ha convertido en una de las luchas de la cotidianidad moderna. Es un hecho que vivimos en una sociedad donde el tiempo se mide en dinero y en la que la mayoría de las personas están en la búsqueda constante de maneras de generar dinero, y de ser constantemente productivas. Existe toda una corriente de pensamiento referente a estilos de vida más saludables o que incitan a la positividad constante, lo que muchas personas ignoran es que algunas de las filosofías centrales de estros grupos de hecho hacen más mal que bien a las personas.
¡Siempre di que si! ¡Eso te abrirá todas las puertas!… ¿No?
Si bien una completa negatividad ante la vida es, sin duda, la manera más sencilla de cerrarse de inmediato a todo tipo de posibilidades, resulta que ese extremo contrario de decirle que si a absolutamente todo lo que venga es igual de insano que el primero. Este tipo de actitudes con frecuencia lleva a las personas no solo a salir de su área de confort, sino que incitan a tener una actitud complaciente en el que termina teniendo todo el tiempo compromisos con terceros y finalmente sin la posibilidad de realmente cumplirlos todo a cabalidad. Aprender que decir un NO bien planteado, y que realmente no se necesita una excusa para esto (a menos que sea algo laboral) es un importante paso en pro de la conservación de nuestra salud mental.
¡Ahorra siempre en lo que puedas! ¡El dinero no se puede gastar en tonterías!… ¿O si?
No son pocos los motivos que hacen que las personas decidan volverse más ahorrativas repentinamente; sea la razón que fuere, muchas personas deciden voluntariamente privarse de darse gustos y placeres cotidianos en pro de ahorrar para lo que están necesitando. Esta actitud, si bien resulta beneficiosa en cuanto a los números que se ven en la cuenta de banco, de hecho resulta terriblemente dañina en lo que se refiere a la salud emocional de un individuo. Hacer un presupuesto mensual teniendo en cuenta el monto del salario que se percibe y cuánto de este se necesita realmente es una solución más sana. Existen también servicios que ofrecen préstamos rápidos que se pueden conseguir por internet para solventar ese antojito del momento sin comprometer el presupuesto familiar más de la cuenta.
¡Recuerda mantenerte hidratado! ¡El agua es vida!… ¿O tal vez no tanto?
Otra de las campañas más populares de la modernidad es la de instar a las personas a beber líquidos constantemente. Sin embargo, se ha demostrado que el cuerpo humano puede procesar de manera saludable un límite de 1L de agua por hora. Tomando en cuenta que al referimos a “líquido” nos referimos también a gaseosas, café, sopas y jugos de todo tipo, un exceso de estos durante el día puede de hecho resultar en envenenamiento para el organismo.