Llevar a cabo estrategias de promoción exitosas de una startup en internet no es fácil. Estamos hablando de los inicios de una empresa, y esos comienzos siempre son difíciles a nivel de adquisición de clientes fieles y, por extensión, a nivel económico. Es decir, sin clientes no hay beneficios.
Al encontrarse todavía en arenas movedizas, cada paso del camino ha de ser medido y analizado meticulosamente para no poner el pie en un hoyo y ser tragado por la competencia.
Esa competencia, por cierto, ha de ser objeto de análisis a su vez y en todo momento. La clave está en encontrar lo que nos diferencia de los negocios del ámbito empresarial en el que nos movemos.
Si es complicado fidelizar clientes en internet es precisamente porque internet, como tal, es la plataforma de comunicación en la que los usuarios llevan la batuta.
Ellos deciden qué buscan, por qué lo buscan y qué desean consumir en todo momento. Por esa razón tenemos que desterrar del todo la ya obsoleta idea de que tenemos que vender nuestro producto y hablar de nosotros cuando nos comuniquemos con un cliente potencial.
El cliente potencial solo quiere que hablemos de él y que sepamos tener empatía con sus problemas y sus necesidades. Si somos capaces de hacer esto, si conectamos emocionalmente con él, tendremos una base de comunicación bidireccional sólida.
A partir de ahí, solo tendremos que cultivar y afianzar esa comunicación. Ahora bien, no puede haber diálogo si previamente empresa y usuario no se encuentran en el camino.
En el mar vasto y sin horizonte del mundo virtual, hay cientos y miles de empresas, muchas de ellas a estas alturas más que conocidas. Lo único que podemos hacer nosotros en estas circunstancias es hacernos visibles de todas las formas posibles.
Para ello, lo más esencial es optimizar nuestro sitio web y nuestros contenidos con las palabras clave adecuadas. En otras palabras, acudir al posicionamiento en Google para que las personas a las que nos queramos dirigir nos encuentren. Ello desencadenará el segundo paso, ese que ya mencionamos: la comunicación provechosa por ambas partes.