Es muy frecuente pensar que el sueldo cuesta mucho ganarlo… y muy poco gastarlo. Día a día estamos sujetos a infinidad de gastos que hacen que nuestro bolsillo vaya mermando y que terminemos sin ahorrar una vez más. Además de los gastos de transporte y la temida hipoteca, lo cierto es que buena parte de nuestro presupuesto mensual se destina al famoso triplete del hogar: agua, luz y gas. Muchas personas dan por asumido que la factura mensual que les llega es inamovible, cuando lo cierto es que, modificando ciertos hábitos, podemos ahorrar cantidades significativas mes a mes.
Agua
Un gasto responsable de agua no solamente repercute en nuestra cuenta bancaria, sino también en el medio ambiente. El agua es un bien necesario que, muy a menudo, se malgasta sin tener en cuenta la necesidad de ejercer un uso prudente; modificar muchas de nuestras rutinas nos ayudarán a disminuir esta factura y a ser más sostenibles.
Duchas más cortas, cortar el grifo cuando nos enjabonamos, nunca dejar el chorro de agua abierto si no es necesario o disponer de varios tipos de descarga de la cisterna según necesidad, son algunos de los consejos esenciales que nos ayudarán a cumplir este objetivo. Tampoco hay que olvidar poner la lavadora o el fregaplatos siempre que la carga esté completa, para así aprovechar al máximo los recursos.
Luz
La factura de la luz es, probablemente, la que más sustos nos dé a final de mes. Y es que, si por ejemplo contamos con aparatos de climatización, notaremos un aumento muy significativo durante los meses más cálidos y los más gélidos. Aun así, existen muchas maneras de experimentar un ahorro: el primero de todos es elegir un buen equipo de climatización que sea eficiente energéticamente y que apueste por el buen rendimiento, evitando picos de energía y ofreciendo diferentes opciones de programación. También puede ser interesante apostar por sistemas de aerotermia, en los que buena parte de la fuente de energía corresponde al aire, siendo un sistema limpio y que te permitirá ahorrar luz.
En cuestión de hábitos, es esencial que nos acostumbremos a apagar las luces cuando no nos encontramos en la habitación en cuestión; también, debemos apagar completamente electrodomésticos como el televisor cuando no lo estemos usando, ya que el modo “stand by” continúa consumiendo electricidad. Aplica la ley de la eficiencia energética en todos los electrodomésticos de tu hogar; seguro que notas la mejoría en la factura.
Gas
Finalmente, la factura del gas dependerá en buena medida si disponemos de una cocina de gas o de una eléctrica. Uno de los principales factores para ahorrar es realizar un buen mantenimiento de la caldera; de esta manera no sólo evitaremos fugas sino que nos aseguraremos de tener un buen control de la seguridad de nuestro hogar. Reducir los tiempos en las duchas no sólo nos servirá para reducir gastos de agua, sino también de gas; de la misma manera, programar la caldera para que tenga unos topes de temperatura evitará que, por ejemplo, el agua se sobrecaliente a temperaturas innecesariamente altas que no sólo no necesitamos sino que conllevan un gasto mayor.