Algo que altera enormemente a las finanzas de un negocio son las deudas que tengan los clientes. No todos pueden seguir a flote con una par de clientes que se retrasen en el pago por semanas. El plazo del pago puede hacer la diferencia entre pagar o no la nómina de los empleados.
A pesar de que todo esto afecta, lo mejor que se puede hacer es mantener la calma y comenzar con el proceso de cobro una vez la cabeza esté fría. Hay que mantener la relación con términos sanos o cortarla de ser necesario. Incluso recomendar créditos rápidos sin intereses hará ver hay intención de solventar, no se reclamar.
En caso de que se presenten alguna de las siguientes 2 situaciones, aquí están planteadas sus soluciones:
1) El cliente mandó los cheques pero nunca llegaron.
Es importante darle un alto a la situación. Lo adecuado es demostrar preocupación sincera y ofrecer enviar a alguien de confianza de la oficina a buscar el cheque en persona ese mismo día. Esto es con el fin de descartar que se trate de un mentiroso, al mismo tiempo que se genera confianza al ofrecer soluciones y no quejas.
También cabe acotar que si quiere en un futuro seguir utilizando esta forma de pago, que sea a través de cheques certificados.
Si el cliente no tiene el cheque cuando llegue el encomendado, significa que se trata de una excusa falsa la que dio. Se demostrará que el cliente mintió. Aquí lo mejor es hacerle ver que falló en sus pagos y que no hay confianza, por lo que lo preferible es cerrar la relación de negocios. Siempre manteniendo la calma. A fin de cuentas, si no cumple con los pagos, no son buenos como clientes.
2)Recibir un cheque sin fondos por parte del cliente.
Tratar de cobrar un cheque que rebota o que sea de origen fraudulento, puede poner la cuenta bancaria de la empresa en un apuro peligroso. En caso de que el banco lo crea necesario, puede incluso cerrarla y cancelar los fondos. En caso sospechar de esta situación, es mejor adelantarse y pedirle asesoría al banco sobre la manera de manejar la situación.
Como prevención, no está demás llamar a los clientes unos días antes del primer pago para confirmar que todo va bien. El pretexto puede ser asegurar que los datos de facturación estén correctos.
Para identificar cuándo un cliente va a generar problemas realmente serios que afecten más allá del atraso de los pagos, se puede usar como táctica lo siguiente: ofrecer soluciones con algún crédito rápido sin documentación. En caso de que no esté interesado o que ponga excusas, ya hay un indicio de que será un problema. Después de saldada la deuda, es preferible dejar así esa relación.