Parece indiscutible que el futuro de la publicidad esta en internet.
Hoy en día, se siguen haciendo spots publicitarios para televisión, y sin duda prácticamente todas las revistas conocidas del mercado se financian en parte gracias a la publicidad desperdigada en sus páginas, normalmente relacionada con la temática de la revista en sí.
Esto solo demuestra una cosa: la publicidad tradicional sigue resultando útil para empresas, servicios, negocios y agencias de publicidad. Eso no quita, sin embargo, que la publicidad llevada a cabo a través de internet no tenga cada vez más peso. Se demuestra cada día y se debe a una realidad innegable: el usuario está en internet.
Dentro del ámbito de la red de redes podemos distinguir muchos subtipos de publicidad, todos ellos útiles y de efectividad demostrada. Por ejemplo, el remarketing, que consiste en mostrar, en forma de banner publicitario, aquellos productos que el consumidor buscó una vez en algún sitio web.
Si es un tipo de publicidad útil es precisamente porque no es spam invasivo, sino que se muestran productos que realmente interesan al consumidor. Le recuerdan que hay algo que desea comprar y lo animan a efectuar su compra, algo que suele hacer en algún momento.
Tampoco podemos pasar por alto la publicidad en los motores de búsqueda, también conocida como posicionamiento web SEM. También es un tipo de publicidad que no resulta invasiva porque segmenta. Es decir, los anuncios SEM solo se activan a aquellas personas que realizan búsquedas relacionadas en internet, sobre todo en Google.
Lo que se intenta es que siempre sean usuarios interesados en el producto ofrecido los que vean el anuncio, porque eso sin duda los motivará a sentir curiosidad y hacer clic en la página web. Eso aumenta el tráfico de visitas al sitio web, pero eso no necesariamente derivará en compra. Por eso el SEM va de la mano de una estrategia de contenidos que guste al consumidor potencial.
En resumen, hay muchos tipos de publicidad en internet y todos ellos resultan mucho más efectivos que la publicidad tradicional. Porque en internet siempre se sabe quién es el receptor.