Ya sé que a veces es difícil. Es difícil no rendirse cuando no te llaman para entrevistas de trabajo, cuando te llaman pero te quedas a las puertas, o, directamente, no aparece ninguna oferta de empleo que encaje con tus habilidades y que amortice tu experiencia. Es complicado también, no abandonar la ilusión de trabajar en algo que te motive y que, sin embargo, centres todos tus esfuerzos en la necesidad vital de ganar dinero. Es difícil pero, por suerte, esa no es la única opción si quieres labrarte el futuro brillante que imaginaste aquel día de otoño de hace muchos años, cuando eras un joven o una joven que empezaba una prometedora carrera universitaria. Trabajar en lo que te gusta es posible, solo se necesita perseverancia, contactos y, claro está, recursos materiales y económicos.
Esas dos últimas cosas, los contactos y los recursos, interaccionan entre sí constantemente. Por mucha madera de emprendedor o emprendedora que tengas, no puedes hacerlo todo en solitario; necesitarás a personas que cubran esas carencias que tú tienes. Por ejemplo, un experto en relaciones públicas, otro en publicidad y, claro está, un tercero en presupuestos. Una vez reunido el equipo y tomada la decisión de qué negocio poner, toca la segunda parte: reunirse con tu aún pequeño pero siempre funcional equipo y decidir qué necesita la recién nacida empresa para convertirse en un emprendimiento rentable.
Si esa conversación se da, tarde o temprano llegará el momento de hablar de financiación; Y, si tu equipo es realmente bueno, seguramente te comunicará que la mejor manera de emprender con rentabilidad es a través de inmobiliarias de colaboración. Como, por ejemplo, www.realty-plus.org, en donde si algo no falta es más información sobre la mejor manera de cubrir con un colchón económico tu nuevo negocio. Si algo tienen las agencias inmobiliarias de colaboración es la adaptabilidad. Es decir, adaptabilidad al tipo de negocio, a la clase de emprendedor y al volumen de recursos económicos y humanos de los que se dispone. ¿Lo ves? No es tan difícil emprender, solo tienes que saber exactamente dónde buscar y cómo gestionarlo todo con inteligencia.
Y, por supuesto, tener siempre en cuenta la existencia de las redes de agencias de colaboración. Atrás quedan esas estrategias económicas arcaicas en las que un nuevo negocio tenía que tener, sí o sí, en cuenta, el funcionamiento de una inmobiliaria. Ahora, las inmobiliarias del presente colaboran contigo mano a mano.