Las hipotecas son, en gran parte, un financiamiento de mucha ayuda para las personas que desean adquirir una propiedad para vivir. Es un proceso que amerita de asesorías legales y una evaluación profesional que permita considerar la mejor hipoteca. Si ya te aprobaron un primer crédito hipotecario, conoces todo el proceso de primera mano. Pero, si quieres manejar una segunda hipoteca, es prudente que evalúes y repases de nuevo este proceso.
Tener una sola hipoteca no es lo mismo que pagar dos, y menos al mismo tiempo. Los riesgos de perder ambas casas se elevan al no cumplir con los pagos y exigencias, así que la estabilidad económica es el factor principal. Es importante respetar el tiempo estipulado de las cuotas, los intereses y las comisiones, ya que se mantendrán en las dos hipotecas.
Por lo general, las entidades bancarias otorgan una segunda hipoteca si el historial de créditos es adecuado y has cumplido con cada pago. Con la aprobación de una segunda hipoteca, se pueden seguir las siguientes recomendaciones:
Analizar el financiamiento
Antes de elegir el crédito hipotecario, hay que calcular hipoteca de distintos bancos para analizar las opciones. Comprar otra casa es una decisión que implica financiamientos y comisiones más altas, por eso escoger una segunda hipoteca requiere de ingresos fijos y recurrentes. Lo ideal es tener ahorros que solventen los pagos en caso de emergencias y pagar una parte de la casa con dinero propio.
Evaluar los intereses
El segundo crédito hipotecario posee intereses y comisiones al igual que la primera hipoteca. Los asesores bancarios y agentes de bienes raíces están capacitados para informar sobre la mejor alternativa con menor tasa de interés. Cada financiamiento por segundas hipotecas da a conocer los intereses (es preferible que sean fijos y no variables).
Conocer los riesgos
Todos los bancos y comparadores de prestamos que otorgan financiamientos aplican condiciones en cada hipoteca concedida, dentro de ellas se encuentra el plazo de pago y una cantidad mínima de la cuota. En caso de retrasos, genera mayores intereses y la deuda se acrecienta, pudiendo llegar a la pérdida de la primera o segunda casa.
Considerar los plazos
Una segunda hipoteca suele pagarse de 20 a 25 años, mientras que el primer crédito hipotecario mantiene la deuda por hasta 40 años. Si decides optar por la adquisición de otra vivienda, considera que la cantidad para cancelar el financiamiento es inferior y debes asimilar una posición económica estable. Piensa que ahora tendrías dos gastos fijos importantes.