Si bien pensar en esta contienda como una guerra nos lleva inevitablemente a pensar en aquel capítulo de la afamada serie (por unos amada y por otros odiada) de South Park, lo cierto es que esta obra de animación americana hizo un excelente trabajo al satirizar la constante contienda entre lo que las empresas al control de los motores de búsqueda quieren y lo que los usuarios desean para su experiencia mientras navegan en la web.
Lo cierto es que estos motores de búsqueda, como lo son Google, Yahoo o Bing (entre muchos otros) han sido pioneros en una forma de monetización en los que el posicionamiento en Google es la clave para conseguir una afluencia de visitantes necesaria para convertir la publicidad en algo redituable, lo cual a su vez ha impulsado la aparición cada vez más cuantiosa de anuncios publicitarios que plagan cada rincón de las páginas de internet, lo cual no le ha venido en gracia a una enorme cantidad de usuarios.
En general estos anuncios suelen formar parte de estrategias de marketing a las cuales se les ha dado el nombre de SEM, las cuales se tratan de contratos publicitarios de empresas o particulares hechos con el motor de búsqueda en pro de que este brinde una posición privilegiada a su web entre los criterios de búsqueda por determinadas palabras clave. En esta categoría también se encuentran los numerosísimos anuncios que suelen aparecer justo en medio de los videos en la conocidísima plataforma YouTube. Sin embargo, producto de la misma inconformidad de los usuarios con este constante bombardeo de publicidad que incluso puede llegar a ser dañino para algunos dispositivos debido al alto número de sitios con dudosa reputación que recurren a estos con intención de propagar virus, han sido los propios usuarios quienes cada vez en mayor medida se las han arreglado para diseñar y mejorar software que funcionan como “AdBlockers” que le ponen un fuerte alto al alcance de la publicidad para interrumpir la navegación de los usuarios.
Sin embargo era de esperarse que las empresas que se han formado en base y alrededor de publicidad online no se quedarían de brazos cruzados. En respuesta a la existencia de los bloqueadores de publicidad se ha visto un incremento desmedido en las páginas web con ciertos mecanismos informáticos que impiden el acceso de los usuarios cuando estos tienen algún tipo de bloqueador de publicidad activo y funcional. Definitivamente esto se ha convertido ahora en un tira y afloja entre la comodidad de los usuarios que se rehúsan a pagar por quitar la publicidad como requieren las plataformas, y los anuncios que continuamente interrumpen su navegación por el internet.