Cómo invertir en el centro de operaciones de nuestra empresa cuando acaba de ser creada es una cuestión que, al principio, nos atormenta. No importa cómo sea el tipo de negocio que hemos decidido abrir, el sector en el que nos movemos o nuestros objetivos a corto, medio y largo plazo. Lo que importe es que en nuestra oficina, nuestra redacción, nuestra plataforma online de trabajo o nuestra tienda funcione como un reloj suizo. Es decir, cada elemento ha de cumplir una función y todas esas funciones deben interrelacionarse entre sí. No podemos dejar secciones de la web, habitaciones o estanterías al desuso, porque entonces no llegaremos demasiado lejos.
¿Significa eso que la optimización mediocre de nuestro sitio web, en caso de negocios cien por cien online; nuestro espacio físico si hablamos de una empresa tradicional; o tanto lo uno como lo otro en negocios híbridos implican un fracaso financiero que explotará tarde o temprano? No necesariamente. El negocio es algo más que la oficina o la web, eso es verdad. Importan los productos en stock, los servicios disponibles, las ofertas, la labor del CM en nuestras redes sociales y, como extensión de eso último, la atención al cliente.
Una web con páginas inservibles o una oficina poco puesta a punto no van a influir de manera directa en el ROI, pero sí pueden influenciar el embudo de conversión de los clientes que lleguen a ver el estado de las mismas. Eso, al fin y al cabo, influye en las ventas y en la cifra en forma de préstamos rápidos sin nómina que hayamos hecho. Porque la imagen es fundamental, y por eso a la hora de crear una empresa no nos dedicamos solo a controlar las cuentas bancarias y los ahorros de la misma, sino también la construcción del branding. El tono y el estilo, la estética y el logotipo, los colores y el diseño general de los portales de internet, tienen que ofrecer una imagen de seguridad, pragmatismo y profesionalidad para generar un sentimiento de seguridad en los usuarios.
Llegados a este punto, salta a la vista que no podemos dejar como asignatura pendiente la cuestión del alquiler de la oficina o de la creación de un dominio web para nuestro negocio. Siendo más exactos, no debemos relegar a un segundo plano la función y funciones que deben cumplir esos espacios en cada caso. No basta con encontrar un piso barato con metros cuadrados y enchufes suficientes para colocar mesas y sillas de trabajo, y equipo informático. ¿El espacio principal es común y lo bastante amplio como para favorecer el trabajo en equipo, lo que significaría un aumento de la velocidad de trabajo y producción? ¿Hay una habitación individual para el o la CEO, gestor principal de todas las funciones secundarias que deben vincularse entre sí?
¿Hay también espacio para incluir una sala de reuniones para los miembros del equipo, en la cual sería posible debatir a fondo y periódicamente sobre lo que falla o funciona en la empresa y ajustar plazos, ritmos de trabajo u objetivos si hiciera falta? ¿Y una sala tranquila para reunirse con los clientes y que ya de entrada puedan sentirse cómodos y quieran volver? Son detalles que en un principio parecen pequeños, minucias en las que no merece la pena invertir en préstamos rápidos. No obstante, a un nivel psicológico subconsciente, cada detalle cuenta e influye en las operaciones comerciales finales.
Por eso, y repitiendo lo mencionado al principio, no podemos dejar nada al azar o sin utilizar. Siempre habrá habitaciones que se puedan aprovechar, incluso como sala de descanso de los empleados. Porque si los empleados descansan, rendirán mejor y a plena potencia. Y todo esto, por supuesto, se aplica también a los negocios online. El diseño de la web, sus secciones y subsecciones principales, los enlaces a las redes sociales más adecuadas y una intranet con chat para la comunicación privada de los trabajadores son solo algunos ejemplos útiles.
En definitiva, la base de operaciones, como la hemos llamado, se convierte siempre en el corazón del trabajo de consolidación y crecimiento de una empresa. Mientras más organizada sea y más responda a necesidades reales, más se acelerará el proceso de acomodación.