La redacción SEO es un estilo de escritura que deben tener todas las páginas para competir de forma efectiva en el posicionamiento en Google. Se trata de hallar un equilibrio entre satisfacer los parámetros de los robots del buscador y los propios usuarios, que van a tener un comportamiento dentro de la página.
No hay unas reglas específicas que se puedan seguir para determinar que una redacción es buena o no, pero sí hay indicadores para valorar su nivel de efectividad. La escritura no es una ciencia exacta, por lo que apenas se puede seguir una guía para empezar a escribir contenido que genere los resultados esperados.
La práctica constante y el seguimiento de los resultados es lo que hace que eventualmente la escritura SEO se pueda comenzar a valorar como efectiva o buena. El punto es posicionar mejor la página, y que esto traiga beneficios para la marca. Entonces, probablemente sea lo mejor no pasar por un período de prueba si se busca trabajar lo mejor posible el SEO.
Una buena agencia SEO tiene una sección en la que los redactores generan contenido optimizado. Los parámetros que deben seguir generalmente los proporciona un analista SEO, mientras que ellos se encargan de producir lo que se va a leer. El resultado son textos que terminando por ser agradables para los usuarios y para los buscadores.
Los contenidos más efectivos siguen una serie de factores básicos que no necesariamente están relacionados al funcionamiento de los robots para rankear. Tienen que ver también con cómo comunican al lector lo que estaba buscando, y buscan crear una relación entre la marca y el potencial consumidor.
Títulos efectivos
Lo primero en lo que se fijan los usuarios a la hora de decidir si van a leer o no un texto es en el título. Es la carta de presentación de casi cualquier contenido, pero en especial de los textos. Si una buena impresión, es muy poco probable que el usuario decida asumir su rol de lector y abandone el sitio antes de haberlo intentado.
Los títulos deben generar expectativa en los usuarios, pero sin que luego se decepcionen. Es una manera de atraer público y de condicionarlos para que tengan una lectura pensando en la idea que tuvieron al leer el título.
Sin embargo, no se debe caer nunca en la mentira o el engaño, es decir, en el clickbait. En estos casos, los lectores se sienten traicionados y más bien se genera un ambiente de desconfianza que hace que bajen las visitas a una velocidad alarmante. Si bien las visitas aumentan mucho los primeros días, eventualmente viene la caída en picada de la que es muy difícil recuperarse.
Se han hecho varias pruebas para determinar qué elementos favorecen a la creación de los textos de marketing digital. Se puede jugar un poco con ellos, aunque es muy útil seguir estas bases para aumentar el tráfico orgánico. Tampoco la idea es abusar de ello, sino usarlo de forma inteligente.
Claves para los títulos
- La primera es utilizar un formato de lista, en el que se mencione la cantidad de elementos que hay en la entrada. Lo más agradable a nivel psicológico es que sean números redondos, o múltiplos de 5. El motivo es que así el cerebro del lector no tiene que trabajar mucho para organizar la información porque ya el trabajo lo hace el escritor.
- La cantidad de palabras de un título debería estar entre las 10 y 20 palabras. Hacerlo más corto no es necesariamente malo, pero en algunos casos puede sonar algo frío. En cambio, los títulos demasiado largos generan pereza, aparte de que no son lo suficientemente claros y dan una impresión demasiado vaga del contenido.
- Mencionar los beneficios del artículo. Esto no es enumerar las razones por las que deben leerse el texto. Es hacer una pequeña alusión a lo que podría aportar el contenido a los lectores. Funciona muy bien porque así el usuario siente que se ve recompensado por haber hecho el esfuerzo de leer la entrada.
- El título debe ser claro y conciso. Las búsquedas en internet se hacen con una intención en la mente, y los usuarios buscan cumplir con su objetivo los más pronto y fácil posible. Mientras mejor describa el título al texto, y más claro sea, el usuario va a creer que ese texto es relevante para su búsqueda. Además, esto le ahorra el trabajo de tener que descifrar si la entrada va a satisfacer o no su necesidad, lo que muchas veces es motivo para descartar el texto.
- El uso de los paréntesis. Este recurso sirve muy bien para llamar la atención de los lectores porque es un tonto al más cercano, cómplice y descriptivo. Es como añadir un poco de información adicional, pero sin entorpecer la función del texto. Las oraciones que están dentro del paréntesis deben ser cortas y llamativas para que esto sea efectivo.